Los miserables

Hay una clase de personas que no resisten el menor análisis, son y serán miserables. Mala gente que merece no se invitada a las reuniones ni tener vida social, no debieran ocupar ningún puesto de trabajo ni mucho menos … .

Se puede detectar un miserable de muchas maneras:

. Guarda el palito de fósforo para prender la otra hornalla o estrangula el saquito de te con el fin de extraer al máximo su contenido.

. Nunca pide postre o café luego de una comida si tiene que pagar él.

. Sabe el precio exacto de la nafta y te lo comenta mientras te esta acercando en su auto a tu casa.

. Se retira antes de las reuniones y deja exactamente lo que consumió sin pedir la carta, es decir, que se fijo en los precios de cada plato y bebida cuando ordenó.

. Si comparte un taxi, calcula el resto del recorrido o le pregunta al tachero cuanto costaría el viaje completo para no dejar plata de mas al acompañante.

. Sabe las ofertas del día de cada uno de los supermercados y le parece un horror comprar carne un día domingo si los lunes hay 10% de descuento en carnicería.

. Para hablar de temas importantes te invita un café y se pasa hablando de sus problemas, al final de la charla te agradece la escucha, explicando que no puede ir a los psicólogos porque son todos chantas (excepto vos), ahorrándose lo que él supone que fue una sesión de análisis.

. Te manda un mensaje de texto eterno para explicarte como llegar a su casa en lugar de hacer una llamada, de tal forma que uno tiene que llamar porque no se entiende nada.


Los miserables no son personas con problemas económicos, son personas que tiene problema con el dinero que sale de su bolsillo no así con el que sale del tuyo.

Cuando te topas con esta gente hay que ser riguroso,

. Si te acerca a tu casa que sea si o si hasta la puerta, nunca en la esquina para no doblar toda la cuadra.

. Si te convida el ultimo cigarrillo la respuesta es “si, gracias” y lo fumas hasta la mitad en su cara.

. Si te manda un mensaje de texto, la respuesta es “llámame, no te entiendo”.

. Si organizas una reunión en tu casa y te llama para preguntar si lleva algo le indicas que con una coca y docena de facturas esta bien.

. Si vas al cine le decís, “anda comprando los pochochos mientras yo compro una coca”.

. Si te pidió que vos compres el regalo para el cumpleaños de un amigo en común, al llegar al evento le decís “son $52,50,”, jamás redondear para abajo.

Los miserables jamás se compone, pero al menos uno experimenta una agradable satisfacción al incomodarlos un poco.