sábado, 31 de octubre de 2009

sólo bruja




Siguiendo con la tradición más antigua de nuestro pueblo argentino, hemos repatriado otra festividad que no tiene nada que ver con nuestra tierra, pero que igualmente nos hace gastar dinero, tiempo y otras yerbas.



Si señores, hoy tengo mi primer fiesta Halloween, obviamente con disfraces o “algún motivo” de brujas, para aquellos que pusimos cara de ogro cuando fuimos invitados.



“La idea es crear un clima festivo pero de penumbras y miedo” (sic)



Es decir, no vale llevar el disfraz que solemos recauchutar todos los años para de nuestro querido carnaval: gitana, mujer maravilla o colegiala (recapturando algún odiado delantal del secundario), no, la idea es vestirse de Halloween, y festejar…



¿qué festejamos?



No lo sé.



No me importa.



Solo sé que la ciudad se tiñe de un naranja insoportable con figuras de calazas y fantasmas, brujas y calaveras que lejos de dar miedo, deprimen.



Pacientemente estoy esperando que llegue a este lugar el “día de acción de gracias”, que hasta donde mi cultura yankee pochoclera de películas los sábados a la siesta encerrada con aire acondicionado y ventilador, a fin de evitar insoportables 44º en esta agradable ciudad, me permite decir, es una festividad mucho más copada, simplemente consiste en juntarse con amigos o familia y comer un pavo hasta que el botón del pantalón pida a gritos ser desabrochado.



Pero no, por el momento aún debemos esperar las fiestas para poder probar algún pavo.



Así que simplemente esta noche de miedo y terror al ritmo de reggeton, voy a ir vestida de TucuMala, y antes que otro haga la broma obvia y decadente, me pasaré toda la noche repitiendo:


Soy sólo una bruja”.-
Imagen: di prieto patricia

martes, 27 de octubre de 2009

Blancas palomitas!




Creo que si un día me cruzo con el desubicado que inventó el delantal, literalmente, lo mato.

¿Con qué necesidad reguladora tuvo que obligar a seres diferentes y humanos a vestir trágicamente iguales?

¿Cual habrá sido el trauma del desquiciado que quiso poner idénticas molduras a los ropajes de cuerpos desiguales?

No lo sé.

No me importa.

Hasta la educación primaria lo comprendo y entiendo, demasiado es para una madre tener que vestir a un hijo dormido a las 7amcomo para encima de todo obligarla a combinar colores!. Pero una vez que el individuo adquiere plena cordura y coordinación, debiera como ejercicio práctico de la vida, elegir sus vestimentas.

Si pensaban que con el uniforme la salvedad de la pregunta QUE ME PONGO? Queda sepultada, nada que ver, mientras más uniformado el sujeto, más intentos hace por salirse de la estandalización. Así podemos ver a los paradigmas del uniforme con:
Uñas de diferentes colores. Zapatillas con cordones flúor. Chaquetas azules marino o verde musgo, plagadas de pin de diferentes tipos y tamaños. Maquillajes exagerados.

No tienen la culpa, simplemente quieren desmasificarse.

La presencia, la higiene, la imagen, son sólo habladurías que utilizan los jefes para obligar a sus empleados a convertirse en BLANCAS PALOMITAS del sistema, porque en su putísima vida un jefe se viste con uniforme, a lo sumo incorpora algún elemento del mismo, peor jamás completo, jamás ridículo.

Con la política nueva, obligan a colocar delantal blanco, a todo el personal de salud.

No pienso abdicar mi vestimenta.

Lo he decidido, si quieren que use chaqueta blanca, será únicamente la del chaleco de fuerzas, porque: ¡ni loca claudico al malabar diario de pensar mi vestimenta!
imagen: V. Vitar

miércoles, 7 de octubre de 2009

santa constancia



Es sabido, recontra sabido que el que perdura en algo, finalmente lleva sus frutos, la frase popular, "no se recibe el que más sabe sino quien ha rendido más veces" es real. Rodeados estamos de profesionales mediocres recibidos a los 30 que la pelearon a capa y espada y finalmente lograron el titulo.





Yo por mi parte soy todo lo contrario, si dieran un premio a la falta de constancia ahí estaría yo.





Soy absolutamente carente de la Santa Constancia.





Sin ningún tipo de problemas puedo cambiar de peluquero, de marca d esmalte de uñas de color e incluso del largo extremo a cortitas al ras.





He esperado pacientemente que mi pelo crezca, enojada porque el corte desmechado me impedía hacer una colita y cuando por fin se asemejaba al de Juanita Viale, ZAS! decidí cortarme un flequillo a lo rollinga que me castigaba a la vista cada mañana al levantarme y por el cual tuve que despertar durante tres meses seguidos 30 minutos antes para poder hacer malabares frente al espejo y salir dignamente a trabajar.





He roto las pelotas con una calza nike, para no dar lástima en el gym con las mías avejentadas y descoloridas y una vez adquirido el producto, he dejado el gimnasio aduciendo falta de tiempo, dejando la prenda deportiva sin estrenar y las ilusiones de mi esposo de volver a tener una minita preocupada por u físico... destrozadas.



La falta de constancia a provocado que jamás nadie me llamara para recomerdarle algún tratamiento, ya que todos los he dejado por la mitad, una vez empezada la mejoría, abandono el barco y me zambullo en otras aguas. Así una crema antiarrugas puede quedar por la mitad olvidada en el baño, junto con algún perfume añejado al momento que ya estoy abriendo uno nuevo, y olvidado mi romenace con el anterior.

Pero estos últimos días fueron fatales, por eso he decidido escribr una cartita a la srta. que jamás golpea mi puerta, ni siquiera, para hacer un ring-raje!

Querida Santa Constancia:
Llegate por mi casa y quedate unos días, es necesario que retome este blog,
y deje de poner excusas que me inhiben escribir .
Prometo hacer el tratamiento contra la celulitis al pie de al letra y llegar al verano con el culo duro como roca y alto como bandera!
dedicado a los lectores constantes que magicamnete siguieron visitando este blog.