jueves, 5 de mayo de 2011

Inquilinos


Tenía apenas 8 años y mi hermana 3 más que yo, diferencia que aunque quise cambiar a lo largo de mi vida, siempre se mantuvo, cuando me di cuenta que ella gozaba de ciertas ventajas que yo no poseía.

Ella era muy parecida a mi, y si de edades de se trata, debiera decir, yo era muy parecida a ella, pelos largos y brillosos, curvas y delgadez extrema hacían de las hermanitas una marca registrada.

Pero hay veces que la vida te demuestra que lo que puede ser igual en apariencias, no lo es en el fondo. Mientras ella, peinaba despreocupadamente su melena, yo sufría como esclava frente a la inminencia del peine fino (Maldito invento) y preparados avinagrados que hacía mi madre con la esperanza de que esta vez, los intrusos desaparecieran.

No podía ser posible que mis pelos alberguen un rosario de liendres mientras que a ella los piojos sólo accedían a su cabeza para tomar impulso y saltar hacia la mía.

Para colmo de males, mientras mi piel era escala absoluta para cualquier mosquito molesto, la piel de ella no llamaba la más mínima atención a los denguitos!

Fui condenada al Off! desde mi más tierna infancia y al Nopucid desde que tuve tres pelos locos, es por eso que el olor a citronella me provoca más recuerdos infantiles que el olor a sopa de verduras con fideos munición que hacía mi abuela.

Un asco.

¡Una injusticia!

Y si la desgracia nos tocaba compartida, como fue el caso de la ortodoncia, a ella le ponían aparatos móviles y a mi los fijo, quedando presa mi sonrisa de un murallón plateado a los 13 años y debiendo recordar mi primer beso con ruidos latosos molestos, "sos demasiado inquitea para los otros, los perderás", me decían.

Alérgica a morir, brotaba con sólo oler al chocolate, con exprimir una naranja o degustar una frutilla, mientras ella disfrutaba del Nesquik con galletitas Rumba, yo me contentaba con una café con leche y medialunas saladas.

Distintas.

Diversas.

Lo que nos diferenciaba, fue necesario para configurar dos personalidades absolutamente opuestas, fuertes.

Pero aquí me veo, rascándome la cabeza, mientras escribo, le pido a mi compañera de trabajo que como médica autorizada y matriculada se fije si es posible que tenga alergia en el cuero cabelludo, maldiciendo el huevo de pascua que no puede dejar de comer el domingo pasado, y exclama:

- ¡no es alergia, son piojos! ¿te receto NOPUCID?

- No, gracias, ¡exijo cambio de ADN!


Imagen: V. Vitar
Dedicado a Blonda, a quien conocí personalmente hace poco, una luchadora increíble, una escritora alucinante! BUEN VIAJE!!

15 comentarios:

  1. siempre es bueno volver a casa, extrañaba mi blog!
    TucuMala

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  2. Yo he sufrido todo experimento para los piojos. Mi cabeza era una especie de "Florida y Lavalle" de los piojos. Mi vieja se volvia loca. A tal punto que un dia me corto el pelo, tan mal, que creo que era moderno(?).
    Alergico al polen del Platano, Tilo y los cambios de pelo de los gatos.
    Que feo que no pueda tomar una rica chocolatada.

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  3. ¡¡Buenísimo!!
    Me emocionaste mucho.

    Tengo dos hermanas, por eso entiendo perfectamente de que hablas. En mi caso ellas tiene una piel hermosa y unos cabellos lacios y suaves. Yo tengo una piel de mierda y el pelo súper enrulado. He sufrido de piojos y el pelo fino que se enganchaba en cada rulo.

    Algo que les digo cuando se pelean es que somos bien Distintas, tres personalidades Diversas, pero que compartimos una importante historia de vida familiar, lo cual hace de las tres personas unidas y muy fuertes. ¡Las amo profundamente!


    ¡Besote enorme, y me sumo a loque decís de Blonda!

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  4. CAzador, somos la florida y lavalle de los piojos! me dio mucha gracia, aca en tucuman seria un 25 de mayo y mendoza! jajaja

    NINA! es asi, la hermanadad fortalece! BLONDA se no va pá francia, tuve el adelanto exclusivo mientras nos tomabamos un cafecito en Palermo la verdad me alegre mucho!

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  5. uy! el tema de las diferencias similitudes entre hermanas y los celos es tremendo!
    tengo una que tiene un año y medio mas que yo y para mi ella es la "señora perfecta, con su vida ordenada y hermosa. responsable e incomparable" y ojala yo fuese asi, y para ella yo soy "libre, desestructurada, desprejuiciada" y ella dice que ojala pudiese ser asi.
    (yo creo que igual ella sale ganando con los halagos! je)

    Y de los piojos ni hablemos, te digo mientras me rasco y me resigne a no llegar a sacarselos nunca de nunca jamas a mi hijo...)


    besos!

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  6. TODOS SMOS IGUALES, ESO ES PERFECTO . EL DIA QUE SEAMOS IGUALES, HAHAHAHAHA . MONTO UN REALITY SHOW .
    SALUDOS.

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  7. ¡Qué feos los piojos! Yo los sufrí una vez en la infancia (no había tantos piojos como ahora) y dos veces en la edad adulta. Son horribles, a mí me picaban hasta el cuello. Los detesto.

    Saludos.

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  8. En esa desigualdad está la coincidencia ! Maravilloso el complementarse ! y yo tmbn extrañaba tus ocurrencias ! bsss !!

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  9. A mi me agarraron hace 4 años y opte por la opcione mas facil: pelarme (nada nuevo, salvo que en lugar de afeitarme en noviembre o diciembre, lo hice en septiembre). Era cadete, viajaba tanto en bondi y tren, que me contagie.

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  10. Cazador... bueno, pero una niña pelada no es muy copado, y mucho menos una de 32!

    Lorey :)

    Michelle, un really de igualdades AH! me produce escalofrios!

    LILA, no te creas, el dia que seas ordenada como ella por ahi te aburris bastante!

    Mariela, de solo leer PIOJOS me da picazon!

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  11. Vamos Tucu, le debe quedar muy bien la bocha al aire ;)

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  12. Y bueno será tu estrella! besos de otra estrellada. tia Elsa.

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  13. Ese tipo de cosas nos van marcando y terminan haciendonos únicas. ¡Qué cosas!

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  14. ah.. si vieras el culo de mmi hermana y el mio... ay ay, que desgracia me ha acontecido conn los genes...

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  15. Nunca he tenido piojos, aunque laburé con pibes que estaban repletos. Es una gran suerte, supongo que debe ser horrible.
    Tengo un hermano mayor que gozó de muchos privilegios de ADN (y de los otros también) En el tiempo me he dado cuenta de que prefiero mi suerte y mi condición.
    Un abrazo.

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Estos son mas malos que yo!