
He sufrido una especie de torticolis nefasta los últimos días, renegando de tener que tomar diclofenax y destrozar mi hígado, comencé la sigilosa tarea de buscar los motivos, llegando a estas tres hipótesis:
1. Mi hijo ha crecido de forma vertiginosa por lo que cada vez que pide UPA me doblo en 8 partes para poder lograr el objetivo.
2. Los años han llegado de un día para el otro, sumado a mi olvidada actividad física, por lo que cualquier cosa que cambie mi rutina genera que mi escoliosis incipiente ahora sea una escoliosis fulminante.
3. Las ofertas del super me superaron y lo que pensé que iban a ser dos bolsitas, terminaron por ser 6, incluyendo una botella de aceite, un kilo de azúcar, un pollo entero y 7 toneladas de yogures.
Luego de meditarlo, he llegado a la básica conclusión que lo que más me perjudicó, fueron las 4 cuadras de caminata con las compritas del supermercado. Llegando a una decisión que cambiará el curso de mi vida:
NECESITO COMPRAR UN CARRITO PARA EL SÚPER.
Esto lleva a validar las otras dos hipótesis primarias:
1. Soy madre.
2. Soy vieja.
No me importa que el gremio femenino me condene por exceso de mal gusto, que me emparentes con los PAMIs o que al verme el vecino haga una mueca de desagrado.
Si existen seres humanos que utilizan el peor adminiculo inventado por el hombre como ser el paraguas, que molesta de sobremanera a todo el resto del universo y que es estéticamente desagradable a la mirada, ¿por qué yo no voy a poder utilizar un pequeño canastito con ruedas que me facilite la tarea de trasladar mercaderías cómodamente hasta mi casa?
La liberación se ha iniciado, no se trata de dejar de depilarse porque duele, o abandonar el push up porque incomoda, se trata de empezar a utilizar objetos que pueden ayudarnos con nuestras vidas a ser más felices. Así como dejé de sufrir con los tacones para ir a trabajar, y me amigué con mi altura, desde ahora, reconozco mi limitación de fuerzas y me hago amiga del carrito (obviamente con alguna estampa glam) y salgo a conquistar el mundo---
o por lo menos, las ofertas del día!
Imagen: V. Vitar.