
Es algo así como ese placard todo revuelto que siempre quisiste ordenar y de tanto decirlo evitas abrirlo para no volver a renegar de tu propio desorden.
O como el mate lavado con el agua demasiado fría que seguís cebando por la única razón de no levantarte de tu silla poltrona para caminar exactamente 12 pasos hasta la cocina por lo que mecánicamente seguís tomándolo a riesgo de morir de un ataque al hígado.
Así somos.
Somos los que nos cuesta arrancar, nos cuesta finalizar, los que remamos una relación un par de meses más "por si un hada mágica le cambia un microchip en la neurona del amado" y de lo contrario "porque aún no estamos preparados para el bardo que significa una mudanza".
Hay días en que preferimos comer fideos sin queso, porque rallarlo nos implicada un esfuerzo sobrehumano y decidimos dejar los postres para otro día, por la simple razón que no de pasamos por la frutería porque no quisimos caminar dos cuadras más para sacar plata del cajero, con lo cual nuestra billetera esta flacucha y tristona y nuestro cuerpo se castiga sin vitaminas.
No cambiamos los números amigos de Personal porque odiamos hablar por teléfono a las operadoras, odiamos todo ser humano que nos vende telefonicamente un servicio, la inutilidad humana nos saca de quicio y la bondad innecesaria nos desespera.
Así somos.
Y como soy del gremio de los que Así somos, sé que debo terminar el blog, porque como al placard casi casi no lo quiero mirar, y lo mantengo como al mate lavado y la remo como a una relación frustrada, por eso vuelteo un poco me subo a la calesita de la vida y le doy una vuelta más, como si un hada desquiciada me iluminarapara devolverme la inspiración que otrora tuviera.
Pero no.
Se acaba.
Somos los que lloramos de penita, y nos reímos con ganas.
Los que decimos las cosas de frente pero también frente al espejo antes de una ducha con seres imaginarios y bravos.
No hacemos leña del árbol caído, simplemente decimos, somos del gremio de los que tuvimos la suerte de que nuestro padre nos hiciera de Boca y de Atlético!
Y esta vez, si que se acaba, pero ¿cómo terminar el blog sin mencionar a mi padre?
Y otra vuelta más. (me quedan dos tickets más)
imagen: V. VITAR