
Siempre odie el verano, la transpiración, las pieles bronceadas en exceso, las espaldas peladas y los comentarios pedorros sobre el calor.
Este año no renegué con el pelo quebradizo ni los cambios de color que el sol produce, dejando las cabelleras de color naranjado y/o verdosa, en cambio, conservé mi larga cabellera sana y brillosa, cual Rapunzel...
¿Por qué?
Simplemente, por que este año que no tuve playa.
Y por ello no pude mirar un atardecer con mate en la mano mate ni tomar una cerveza en algún parador mirando la carta y espantada de los precios terminar compartiendo unas rabas entre 5!, y por ello mismo algunas ideas comenzaron a gestarse...
Confieso ruborizada al menos en mi rostro, con la gafas puestas y silbando bajito para que nadie sepa, que a pesar de odiarlo, hoy me levanté con esas ganas frenéticas de quererlo todo:
Porque nuevamente en el ritmo de trabajo, e la rutina, en el bajón de la cola del super y la decepción de las heladeras vacías, me doy vuelta como un panqueque, me pongo la bikini, me unto en bronceador Rayito de Sol berreta y digo:
Podría dormir amontonada en una casa de alquiler con 20 amigos compartiendo colchones sucios y malolientes, comer 15 días arroz y gastar una fortuna en nuevo guardarropa o comida apresurada y berrreta luego de la playa.
No tendría problemas en aplaudir si un niño se pierde o ver un espectáculo callejero y participar de forma interactiva junto a un payaso para que el resto de la gente se ria de mi idiotez.
Adoraría escuchar un flaco desgarbado, que con una chicharra insufrible me grite al ido: "eeensaladadefruuutas" "alcafecafé" "piiiirulines" "lloren chicos lloren!!!" y otras yerbas, mientras otro me tapa el sol con una percha llena de trapos y pareos que nadie jamás en su vida podría comprar, por los colores estridentes y estampas fuera de época que ofrece.
Aceptaría hasta ver noviecitos de veranos enamorados y jurándose amor eterno, besándose desenfrenadamente y sin pudor. Observaría con alegría a los adolescentes joviales y gritones, escuchando música y chocándose con cualquier ser humano que se cruce en su paso. Hasta podría incluso, jugarme un par de fichitas en el casino y ver una comedia "entretenida" en 3D en el cine algún día de lluvia y volverme en Bus semi-cama 25 horas corridas!
Todo eso y más, con tal de disfrutar aunque sean tres días de playa, y poder oler el mar, caminar en la arena, respirar profundo, mientras me enciendo un cigarrillo luchando con el viento maldiciendo al puto encendedor humedecido!
----------------------------------- -------------------------------------------
Imagen: V. Vitar "sombrero"