
Son aquellos seres humanos que viven entre nosotros y representan el eslabón perdido de la evolución.
Están aquí, son el pasaje entre el simio caminante de 4 patas y el homo sapiens sapiens actual, no han llegado a evolucionar y se comportan como primates, Homo Brutus.
Feos, peludos y torpes.
Poseen una risa tosca y reactiva, la mayoría de la veces no saben bien de qué carajo se ríen pero invaden el ambiente con carcajadas fueras en lugares poco ortodoxos . No saben sonreír ni interpretar miradas.
Sus pensamientos son básicos y lineales, fanáticos del chiste verde, de la pornografía explicita, de las tetas y culos siliconados. Pueden llegar a ahorrar todo el año, hacer horas extras e incluso robarle dinero al suegro con el fin de ir a Mar del Plata con la familia y pagarse una entrada para ver una revista donde actúe Corona y bailen cinco putonas en bolas.
El Homo Brutos se baña sólo si uno se lo pide, cree que las transpiración posee el mismo efecto que en los animales de despertar el instinto sexual, sin saber que por el contrario lo eliminan. Jamás visitan un medico, se desmayan ante inyecciones y son capaces de tolerar un torno o de dejar morir una muela antes de ser anestesiados por un odontólogo.
El sexo que posee en rudimentario, basado en la fuerza y en la resistencia, por los que pueden engañar por un tiempo y ocultar bastante bien, falta de creatividad, armonía, afecto y mal aliento.
Idiotas, bestias y arrogantes.
A pesar de sus múltiples defectos, su patética forma de relacionarse con el mundo de forma directa, informal y por fuera de cualquier sistema, el tipo logra tener un grupo de amigos, fieles a su estilo y en la mayoría de los casos, sus pares primates, le festejan la brutalidad de la bestia.
Su rudeza y falta de tacto puede llegar a ser contagiosa, por lo que es altamente recomendable estar alejados de ellos, sobre todo cuando al cabo de un tiempo y de compartir momentos con unos de estos uno puede literalmente llegar tener conductas similares al Homo Brutus,
Podrías decir “Yo no los conozco, jamás vi uno de estos en mi vida”,
pero son como las brujas,
que los hay, los hay!!,
y lamentablemente no son como lo cuentos, por más que los beses,
estas bestias nunca pasan a ser príncipes!
Imagen: Gonzalo Villamax (gracias por este regalo increible!)