RECAUCHUTAJE

Hoy es el día en que decidís que no queres a volver a usar ese vestido negro para el próximo casamiento. Si, ya sabés, te queda bien, y sabés que si le cambias los aros y te jugas con unas sandalias rojas, quizás nadie se de cuenta de que es el mismo vestidito que usaste en los últimos 4 eventos.

Pero no querés.

Te aburrió.

Es ese día que te sentás frente al peluquero y sabiendo que vas a cometer el peor error de tu vida le decís "cámbiame el color , y hoy sí., hoy podes cortar el flequillo", y salís de la peluquería odiándolo al tipo por haber hecho de tu cabellera de Rapunzel, el peor un espanto y te odias porque sabías de antemano que el rubio platino no es un opción para una morena como vos. Pero seguís caminando y en un momento sonreís, porque estabas buscando precisamente eso, un poco de incomodidad a tu vida.

Hoy es el día que que tenes toda una tarde libre y la película de Woody Allen aún está sin ver y sabés que con sólo llamarlo el tipo estará sentado a tu lado, haciendo los comentarios pertinentes y comiendo el pochoclo que hicieras para mitigar el film. Y que si todo va bien y sigue lloviendo como la puta madre y como viene sucediendo en este maldito febrero, pueda ser que después de la peli, y gracias al contenido de ella, te vuelva a tocar como sabe hacerlo y terminen enredados en la cama. Pero sabés además que al recauchutado de siempre lo querrás hacer desaparecer como a un conejo al minuto que el "enriede" haya culminado.

Y mirás a tu alrededor, y decidís que por un tiempo, vas a parar del recauchutaje, vas a abandonar al vestido "salvador", porque ya hace un tiempo prolongado que no salís al exterior y no te probas otros modelos, otros colores, otros largos.

Hoy puede ser el día que en lugar de sentarte en un bar y pedir un café en jarrita, y te pelees con el mozo infradotado que en lugar eso te trae un cortado en pocillo chico, te detengas por sólo un segundo y te preguntes ¿que querés tomar?, Y te decidas a probar otra marca de cigarrillo, y te animes a la yerba compuesta, a desayunar con facturas con crema en lugar de las galletitas de siempre, y dejes los prejuicios a un lado y te pongas una mini, reconociendo que tus piernas, no están tan mal y que el calor insufrible de la ciudad, merece algo de frescura!

La temporada de reciclaje, se acabó.